Tanto la tecnología como los hábitos de tus clientes evolucionan de manera muy rápida. Y con la situación creada por la pandemia, esta progresión ha dado un salto de dimensiones geométricas. Tanto es así que las páginas web de muchas empresas han dejado de ser una herramienta al servicio de la consecución de sus objetivos para pasar ser, en el mejor de los casos, un detalle vintage con un logotipo reconocible o, en otras muchas ocasiones, una injusta carta de presentación para las empresas que las mantienen.
En Carvajal&Portell sabemos que una web puede llegar a producir efectos inversos a los que persigue. No hay nada peor que el público al que pretendes llegar se lleve una visión equivocada en su primer contacto con tu empresa y es que no hay que olvidar que, en la Red, tu web es quien defiende tus intereses frente a la competencia.
Si no tienes claro de cuál es el estado de salud de tu web, te podemos señalar 8 síntomas que, probablemente, te ayuden decidir si no va siendo hora de que tu página web se gane un merecido descanso, de que la dejes ir hacia la luz blanca 😉.
1 A veces, no hay quién la entienda. No es full responsive. Más del 60% de las consultas en internet se hacen a través de dispositivos móviles. ¿Puedes permitirte perder al 60% de tus posibles clientes? Tu web tiene que estar preparada para entregar los contenidos de manera legible a cualquier usuario que esté navegando desde su teléfono. Si no lo hace, no hace falta ni que sigas leyendo: empieza a trabajar en una nueva versión. En Carvajal&Portell no solo desarrollamos proyectos responsive, sino que los optimizamos específicamente para cada dispositivo, adaptando tipografías, secciones, contenidos, menús, medios… buscando que funcionen de la mejor manera posible en cualquier pantalla.
2 Es un verso suelto. No está alineada con tu identidad corporativa. En ocasiones nos encontramos con empresas que han cambiado su identidad corporativa o su arquitectura de marcas y no han trasladado esos cambios a la web. Para la mayor parte de las empresas, su principal vía de comunicación es digital. Si la mayor parte de tu audiencia recibe señales contradictorias, ni tu inversión en la nueva imagen habrá merecido la inversión, ni vuestra web estará alineada con la estrategia de marca.
3 No la tocan ni con un palo. Tu tasa de rebote está por las nubes. Si no tienes datos de analítica de tráfico web ya es una mala señal, pero si tu tasa de rebote es alta, puedes sospechar que algo va mal: tal vez la navegación sea confusa para el usuario, las imágenes resulten poco profesionales, el contenido se entregue de manera poco interesante, falten funcionalidades demandadas por tus clientes, la tipografía resulte ilegible… empezar de nuevo es una excelente oportunidad para hacer las cosas de manera óptima.
4 No es tuya. No puedes actualizar tu propio contenido. Tu web es uno de los medios propios de tu empresa. Tal vez el principal. No dejes que nadie lo secuestre. Debes tener la posibilidad de trabajar sobre los contenidos, generando información actual y atractiva para tu público. Tienes que tener acceso a un gestor de contenidos que te permita mantener la información actualizada sin tener que pasar por caja cada vez que quieras hacer la más mínima modificación. En Carvajal&Portell ofrecemos formación a nuestros clientes para que puedan hacer elementales tareas de actualización sobre los contenidos de sus webs. También trabajamos con CMS de código abierto para que no te conviertas en un cliente cautivo. Si te quedas es porque estás a gusto.
5 Es un auténtico laberinto. La navegación puede llegar a ser confusa. Elige siempre la forma más sencilla posible de entregar tu mensaje. Cada vez que un usuario tiene que hacer clic en uno de los enlaces internos de tu web corres el riesgo de perderlo. Mensajes ocultos o inaccesibles, falta de jerarquía en el orden de los contenidos, ausencia de llamadas a la acción… una nueva página web nos permite trabajar en una experiencia de usuario más fluida, y sus efectos tendrán un reflejo directo en la comunicación con tus clientes.
6 Te deja en mal lugar. ¿Te estás quedando atrás con respecto a tus competidores?. Ante quien no te conoce de nada, simplemente eres lo que pareces. Una web con un aspecto acorde a lo que los usuarios esperan, te ayudará a posicionarte en el top of mind durante los procesos de búsqueda de información de tus clientes potenciales. Una empresa que descuida su canales propios puede dar transferir esa sensación de dejadez a otros ámbitos de su desempeño. Y eso, por injusto que parezca, es un hecho.
7 Permanece en el olvido. En tu día a día nunca hay nada que te recuerda a vuestra web. ¿De verdad? Pues entonces algo está fallando. Tu web es una poderosa herramienta comercial. Por fuerza tiene que generar algún tipo de input y si no lo hace, es que no está cumpliendo su función. Consultas, solicitudes de presupuesto, subscripciones a tus campañas de emailing, comentarios de tus clientes… ¿Que hace mucho que no sabes nada de ella? ¡A saber lo que estará haciendo! Seguramente nada bueno.
8 No te sientes representado. ¿Crees que tu página web es digna de tu empresa? Si dudas en la respuesta, es que simplemente tu web no representa vuestras capacidades, experiencia, vuestra razón de ser como empresa. Si no estás orgulloso de tu propia web, es que probablemente sea necesario que le des una vuelta. Y cada día que pase, es una oportunidad perdida. Si estás pensando en cambiar tu página web, estaremos más que encantados de hablar contigo.
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