Estamos cansados de oír en todos los medios de comunicación como una cuenta de Facebook, de Twitter o un perfil de Linkedin puede ayudarte a posicionar la marca de tu empresa en el mercado y lanzarte al éxito. Parece una acción económica, fácil y rápida que puede situar a tu negocio en lo más alto; pero precaución, mucha precaución.
A simple vista es una labor que hasta un niño podría hacer, pero nada mas lejos de la realidad. Una adecuada gestión de las redes sociales de una marca requiere de unos conocimientos específicos y de una gran capacidad de análisis y reflexión.
A continuación os presentamos cinco pautas para conseguir optimizar el funcionamiento y la gestión de las redes de tu negocio.
Pienso, luego existo. Parece obvio, pero no siempre es así. Antes de publicar un tweet, una foto en Facebook o cualquier comentario en una plataforma online hay que pensar en su repercusión. Una vez que el material está en la red es muy difícil borrarlo y puede volverse en nuestra contra. Escribe cada comentario como si estuvieses hablando ante un auditorio lleno de público,
RRSS Personales vs. RRSS Profesionales. Hay que saber diferenciar muy bien entre el contenido de ambas. Una foto sobre la excursión que has hecho el domingo puede tener un espacio en tu Facebook personal, pero no procede en el de la empresa. Aun así, no porque sea la red personal todo vale. Hay que tener en cuenta que ciertos comportamientos pueden afectar nuestra imagen personal y por lo tanto también la de tu marca. Ante todo, deberemos respetar los valores de nuestra empresa y ser coherentes con ellos en lo que mostramos de nuestra vida personal. Si por ejemplo, trabajo para una determinada empresa de café, no tiene sentido colgar fotos en las que se me vea consumiendo un producto de la competencia.
Gestión a través de un profesional. Estamos acostumbrados a que el propio responsable o dueño de la empresa sea quien gestiones la cuenta de Twitter o Linkedin. En estos casos lo que suele ocurrir, debido a la falta de tiempo de estas personas, es que las RRSS se convierten en una herramienta a la que le dedican únicamente los ratos libres y añaden contenido sin un determinado orden.
Las redes sociales, al igual que ocurre con el resto de acciones empresariales, requieren de una planificación previa y de una estrategia que nos facilite los pasos a dar para lograr los objetivos que se pretenden alcanzar.
Contenido actualizado, relevante y transparente. Esta directamente relacionada con el apartado anterior. Si disponemos de una persona para gestionar los contenidos podrá actualizar de forma periódica la información y estar al día de las novedades y tendencias del ámbito de nuestra empresa.
Vuestros seguidores son clientes potenciales y debemos ofrecerles no solo contenido interesante y actual, si no una conversación fluida con nosotros en la que puedan exponer sus dudas y en algunos casos sus valoraciones, tanto negativas como positivas.
Menos es más. Como conclusión debemos grabarnos a fuego esta reflexión. Si dudamos sobre la publicación de una foto o un comentario, siempre es mejor respirar hondo y esperar un tiempo hasta tener las cosas claras. Lo mismo ocurre con repetir contenidos o bombardear a la audiencia con 30 tweets diarios, ya que el efecto puede ser también el contrario al deseado.
Más vale prevenir que curar.
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