Como si de un consejo del mismísimo Bruce Lee se tratase, Google ha puesto las pilas a todos las empresas y usuarios de páginas Web, ya que desde el pasado 21 de abril todos aquellos que no cuenten con un diseño adaptado a dispositivos móviles serán penalizados.
No es ningún secreto que en los últimos años los teléfonos móviles le han ido ganando terreno a los ordenadores a la hora de entrar en Internet y, por lo tanto, no es de extrañar que desde Google se hayan puesto serios con el tema. Muchas empresas desconocen los efectos negativos que esta decisión conlleva con respecto a su posicionamiento en el SERP de Google: empresas competidoras que hasta la fecha no aparecían por delante de ellas en las búsquedas de términos relacionados con su actividad, se verán favorecidas por contar con un diseño responsivo, y otras empresas óptimamente posicionadas, dejarán de aparecer en las primeras posiciones. Y si no estás allí, eres invisible. En Internet no basta con estar, tiene que ser sencillo poder localizarte.
Ahora bien, en el mismo paquete que vienen las ventajas encontramos los inconvenientes. Las empresas que viven de comercializar espacios publicitarios dentro de sus contenidos ven reducido el numero de posiciones publicitarias debido al diseño ‘responsive’, pudiendo llegar a caer sus ingresos hasta en un 15%. Aún así, Aquellos que no entren por el aro del RWD (Responsive Web Design), perderán posicionamiento respecto a otras webs que sí estén optimizadas, con lo que también tendrán un menor tráfico y, por ende, menores ingresos por venta de espacios. Comienza el dilema para decantarse entre los ingresos publicitarios o un mejor posicionamiento Web. Se masca la tragedia amigos.
Bromas aparte, la popularidad del diseño Web responsive está creciendo como la espuma y es por algo. Esta técnica supone grandes ventajas, sin ir mas lejos la de que con una sola versión en HTML y CSS se cubren todas las resoluciones de pantalla, por lo que el sitio Web queda optimizado para todo tipo de dispositivos y mejora la experiencia de los usuarios. De esta forma, se reduce el gasto de tener que mantener diseños de pantallas para diferentes dispositivos. Si nos adentramos en el mundo de las aplicaciones móviles, nuestros beneficios siguen aumentando ya que, tener un diseño optimizado, nos evita tener que desarrollar aplicaciones específicas para diferentes versiones móviles.
Si llegados a este punto ya estás totalmente convencido y quieres unirte a la larga lista de amigos ‘responsive’, comprueba de una forma sencilla si tu página ya está optimizada. Si la respuesta es negativa, ¡manos a la obra!
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