En el plazo de un año, Bruselas se propone alcanzar un acuerdo para eliminar el recargo tarifario por roaming y garantizar así la neutralidad de la red.
Los costes de la itinerancia móvil constituyen una importante partida para aquellas empresas con intereses en el exterior, ya que el simple consumo de datos fuera de las fronteras en donde se mantiene el contrato, puede llevar emparejadas facturas desproporcionadas, siendo internet móvil cualquier cosa menos un lujo para la operatividad de las empresas y de sus ejecutivos.
Neelie Kroes, responsable de comunicaciones de la UE, aspira a conseguir, antes de pascua de 2014, un paquete legislativo que salvaguarde el derecho a acceder a un Internet abierto, y que incluya medidas para combatir la ciberdelincuencia. Según la vicepresidenta de la comisión, «no hay ningún otro sector de nuestro incompleto mercado europeo, donde las barreras sean tan innecesarias y, sin embargo, todavía tan altas» Kroes considera que en el sector de las comunicaciones no hay lugar para fronteras.
La UE ya ha limitado por ley las tarifas por el uso del móvil y la descarga de datos en el extranjero, lo que ha provocado un rechazo por parte de las grandes operadoras, que critican la imposición de precios regulados.
Para empresarios cuyos intereses se encuentren más allá de la UE sólo quedan soluciones como las de WorldSIM, una tarjeta prepago que permite hacer y recibir llamadas internacionales desde un terminal, sin incurrir en costes desorbitados de roaming, eso sí, con el inconveniente que representa tener que utilizar dos números de teléfono distintos.
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