El lanzamiento del Apple Vision Pro ha marcado el comienzo de la era de la generación de interfaces espaciales, aunque su despegue en ventas, con 200,000 unidades iniciales, no haya igualado el ritmo que consiguió el iPhone en su momento. Claro que antes era más sencillo, porque todo el mundo sabía para qué servía un teléfono y su precio no llegaba a los 200 dólares. Sin embargo, este nuevo wearable, valorado en $3,499, parece más divertido que necesario, y todavía tiene un largo camino por recorrer en términos de mejora de características y en su impacto en aplicaciones, marca y mercado empresarial.
Sin embargo, Apple no está sola en este empeño: Meta ha desarrollado su propia plataforma de realidad mixta (mezcla entre realidad virtual y realidad aumentada) con el Meta Quest 3, un dispositivo que empezó siendo exclusivamente de realidad virtual pero que en su tercera generación ha evolucionado hasta ofrecer experiencias de realidad híbrida. Ambas compañías, al soportar video en tiempo real a través de su pantalla, permiten que el contenido digital parezca existir dentro del mundo físico, y esto es un elemento clave para conseguir experiencias de realidad aumentada convincentes.
Ante esta nueva clase de dispositivos, las marcas se enfrentan al reto de ser capaces de aprovechar las posibilidades que brinda una tecnología basada en la interacción espacial. La situación actual ofrece a las marcas la oportunidad de desarrollar una estrategia de realidad mixta, que incluye considerar cómo expandir su presencia de marca en este futuro emergente, pensar de manera holística sobre la expresión de su marca en estos dispositivos y considerar las capacidades multiplataforma. No es un ejercicio sencillo, y va a depender en gran medida de la aceptación que tengan estos nuevos gadgets entre el público generalista y, a su vez, esta aceptación se verá condicionada en función del valor que los usuarios perciban sobre las ventajas que estos dispositivos le aportan. La pescadilla que se muerde la cola, vamos.
Aplicaciones en todos los ámbitos
La llegada de los smartphones transformó radicalmente el comportamiento empresarial y humano, algo que los desarrolladores de aplicaciones móviles han sabido explotar. En este sentido, los dispositivos de realidad mixta, como el Apple Vision Pro y el Meta Quest 3, invitan a los usuarios a levantar la vista y a interactuar de nuevas maneras con el mundo digital superpuesto ante ellos. Esto abre la puerta a nuevos modos de productividad, entretenimiento e interacción, tanto entre los usuarios de estos dispositivos como con las personas a su alrededor que usan dispositivos móviles.
Experiencias como la posibilidad de revivir recuerdos familiares a través del Apple Vision Pro, ilustran el potencial emocional y de inmersión de la realidad mixta. El dispositivo es capaz de ofrecerte vídeos o imágenes de recuerdos cuando visitras los lugares en los que estos produjeron, dando como resultado una impactante experiencia sensorial. La capacidad de compartir y revivir estas historias es solo una de las muchas posibilidades que estos dispositivos ofrecen para ser exploradas por empresas y organizaciones. Museos, concesionarios, utilities, monumentos turísticos, administraciones, grandes superficies, proveedores de servicios, promotores inmobiliarios, comercio, ingenierías, educación, salud, entretenimiento, industria, defensa… las posibilidades son tantas que, sencillamente, asustan.
La era de la computación espacial no solo representa un avance tecnológico, sino también una invitación a las marcas para que reflexionen en posibles formas de conexión con sus audiencias en este nuevo panorama digital.
Entre la inteligencia artificial y realidad mixta, está claro que estamos metidos de lleno en una década que puede ser de todo, menos aburrida.
0 comentarios