La comisión de Industria de la Eurocámara ha votado, por unanimidad, que se exija a las compañías de telefonía el fin del roaming en un periodo máximo de dos años.
El roaming implica un importante recargo monetario por el uso de los servicios de telefonía móvil y datos en el extranjero, afectando sustancialmente a los costes de las llamadas, de los mensajes y de el tráfico de datos. Hasta tal punto son importantes los sobrecostes aplicados, que para algunas compañías suponen hasta el 10% del total de su facturación. Esto muestra claramente que existe un importante desequilibrio en los márgenes de beneficio que aplican las operadoras a los costes reales que se abonan en el mercado mayorista de itinerancia, lo que a su vez supone un freno al crecimiento y al establecimiento de un mercado único de las telecomunicaciones.
Países como India y EEUU ya han abolido las tarifas de roaming, y la ampliación de esta medida al mercado europeo puede representar un importante ahorro para las empresas con intereses multinacionales, sobre todo en los casos en los que cuenten con equipos de trabajo destinados en el extranjero.
Una vez aprobada la iniciativa por la comisión, el informe se someterá al pleno del parlamento europeo en el mes de septiembre, en el que se espera que la votación se decante en el mismo sentido.
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