En vista de los buenos resultados, The Food Truck Factory tomó la decisión de diversificar su oferta mediante la puesta en explotación de dos nuevas ofertas gastronómicas, bajo su propia marca y en vehículos específicos. Para ello se puso en contacto con nosotros y nos solicitó que creásemos las nuevas identidades de sus nuevos productos, y que diésemos sentido a su árbol de marcas. También apuntaron que deseaban aprovechar las sinergias de la notoriedad de marca conseguida hasta la fecha. También nos informaron de la necesidad de mantener una marca troncal desde la que franquiciar sus foodtrucks.
Teniendo en cuenta ésto último, le propusimos conservar el nombre de The Food Truck Factory para la matriz, y dotar de personalidades específicas y muy diferenciadas a cada una de las nuevas especialidades
the food truck factory.
Como no tenía sentido mantener la vinculación del logotipo anterior a una caravana Airstream, decidimos cambiarla por una T1, símbolo internacionalmente reconocido de furgoneta, y mantuvimos la misma tipografía que existía en el logotipo anetrior, para procurar una continuidad. La empresa pasaba a ser un diseñador de foodtrucks y franquiciador de las mismas.
road ‘n’ roll.
Road ‘n’ Roll nació como motto de campaña para el foodtruck original y, ya que el nombre lo había heredado la matriz, consideramos que lo más adecuado era que este slogan tomase más protagonismo hasta convertirse en la propia marca. Hamburguesas, perritos y pulled pork. Airsetream, autopista y rock and roll. En Carvajal y Portell desarrollamos una nueva imagen corporativa, diseñamos la cartelería y el interior y la rotulación de las airstream, manteniéndonos eso sí, fieles a las esencias originales de la marca. Para el logotipo incluímos una rueda con un tapacubos cromado liso tipo «mooneyes», característico e icónico dentro de la cultura automovilística del período 50-70, mientras que mantuvimos la tipografía, con reminiscencias góticas, enraizada en la cultura del hard rock.
captain squid
Nuestro cliente había decidido comercializar especialidades basadas en el calamar, de forma que pudiera ser complementaria a su oferta de comida americana. En primer lugar, establecimos la personalidad de marca, inspirándonos en los tradicionales puertos pesqueros del norte de inglaterra. A partir de ahí, buscamos un nombre y una tipografía, que nos permitiese viajar desde la cálida california a la europa insular. Captain Squid describía el producto y ayudaba a ambientar la oferta. A partir de ahí, desarrollamos un logotipo con múltiples propuestas marineras: el gorro de capitán, el calamar, la pipa de marino, el salvavidas y el ancla. Una vez mezclados todos los ingredientes, subimos abordo de una réplica de un Citröen HY de 1956, que rotulamos con colores muy marineros, y decoramos al estilo de las viejas tabernas de Whitby.
crêpe et créme
La tercera de las foodtrucks que completaba la oferta gastronómica de The Food Truck Factory estaba especializada en crepés y dulces. Por ello, el paso natural en este recorrido culinario por las carreteras del mundo, era concentrar un pequeño rincón de Montmartre, cuna de la bohemia parisina, en el pequeño espacio que ocupa una pastelería rodante. Utilizamos una tipografía script, tonos crema y un gorro de cocinero para acompañar a un nombre sonoro y muy descriptivo: Crêpe et Crème.
Carnes, pescados y dulces… The Food Truck Factory parece haber cerrado el círculo gastronómico. ¿O todavía habrá algo más?