Hablábamos hace unas entradas, de cómo puede afectar el uso de la inteligencia artificial al marketing de contenidos, y si algo podemos tener claro, es que el storytelling va a ser, sin duda, la última muralla que consiga derribar la IA en su avance hacia la auto-consciencia, ya que el storytelling es una técnica antigua que consiste en contar historias para entretener y transmitir un mensaje. Y eso requiere grandes dosis de creatividad, empatía e intuición, algo en lo que OpenAI, que yo sepa, aún no está trabajando.
Volviendo al storytelling, vemos cómo esta técnica ha evolucionado y se utiliza en diversos campos, incluyendo el marketing y la publicidad. En el ámbito empresarial, el storytelling es una herramienta poderosa que ofrece muchas ventajas a las compañías que la utilizan en sus comunicaciones con los diferentes públicos.
En primer lugar, el storytelling permite a las empresas conectar con su público de una manera más profunda y significativa. Al contar una historia que conmueva, entretenga o inspire, las empresas pueden crear un vínculo emocional con su público que no es posible lograr con otras formas de comunicación. Esto les permite desarrollar una relación más cercana y duradera con sus clientes y prospectos.
En segundo lugar, el storytelling es una forma efectiva de diferenciarse de la competencia. Las empresas pueden utilizar esta técnica para contar historias únicas, propias y poder así diferenciarse de sus competidores. Al hacerlo, pueden llamar la atención de los clientes potenciales y destacar en un mercado cada vez más saturado.
Además, el storytelling es una forma eficaz de transmitir un mensaje complejo de una manera clara y accesible. Al utilizar metáforas, analogías y otras técnicas narrativas, las empresas pueden explicar sus productos o servicios de una manera fácil de comprender y retener para el público. Esto es especialmente útil para organizaciones que ofrecen productos o servicios técnicos o complejos, ya que les permite hacer que su mensaje sea más accesible, atractivo y memorable para sus distintos públicos.
En última instancia, el storytelling es una forma efectiva de construir una marca sólida y duradera. Al contar historias memorables y relevantes, las empresas pueden establecer una presencia fuerte en la mente de los clientes, en el archideseado «top of mind«, y asegurarse de que sus mensajes sean recordados en el largo plazo. Esto les permite fomentar una lealtad a la marca y aumentar la reputación de la empresa en el mercado.
Botellas bonitas, si, pero con mensaje
El arte del storytelling va mucho más allá que una simple estrategia de cuentistas. Es una técnica de comunicación que busca ser lo más eficiente a la hora de hacer llegar un mensaje a una persona. Y en la manera de dirigir esta intencionalidad está su arte: no es contar historias por entretener. No en ofrecer un espectáculo vacío. No son fuegos de artificio, o una forma de presentar el producto de manera absolutamente espectacular, a modo de la creatividad de Séguelá en los 80. El storytelling se esfuerza en lanzar botellas bonitas, pero siempre con mensaje, y es que la comunicación empresarial es por definición una estrategia mercenaria, al servicio de los intereses de la organización que los impulsa pero que, en este caso, busca también aportar un claro beneficio al receptor del mensaje, construyendo un buen mensaje, ambientándolo adecuadamente, haciendo identificables a sus actores y personajes y planteando un conflicto que acaba resolviendo satisfactoriamente para las partes implicadas: emisor y receptor,
En resumen, el storytelling es una herramienta poderosa que ofrece muchas ventajas a las empresas que la utilizan en sus comunicaciones con los diferentes públicos. Desde la creación de un vínculo emocional con el público hasta la diferenciación de la competencia y la construcción de una marca sólida y duradera, las empresas que incorporan el storytelling en sus estrategias de marketing y publicidad tienen la oportunidad de obtener resultados realmente impactantes.
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