La tercera y última sesión organizada Podcaster@s profundizó en los aspectos técnicos de un buen registro sonoro de la mano de Martín Cruz, director de sonido del podcast Las Raras (Chile). Si te gusta el cacharreo, te recomendamos que veas la sesión completa aquí y que te descargues previamente los audios que utilizó como ejemplo.
Descubrir lo que se esconde detrás de un “simple” registro sonoro construido con buenos mimbres, tiene tela. Grabar bien es complejo. Martín fue generoso compartiendo todo su conocimiento sin escatimar en tiempo. Construyó la charla sobre tres sólidos pilares: el espacio sonoro, los micrófonos y las técnicas de registro. Su exposición no tiene desperdicio, pero ahí van las notas que nos resonaron especialmente.
Espacios sonoros. Los sonidos, al interactuar con los espacios, se relacionan, cambian y hacen que los identifiquemos. Sin duda, todos visualizaríamos rápidamente una escena que transcurriese en una iglesia, en un túnel o dentro de un coche; tienen sonidos característicos.
- La voz en off debe ser aséptica, no debe estar suscrita a un espacio identificable. Si así fuese, rompería su atemporalidad. Por eso, es recomendable grabar siempre en estudio donde no hay ruido de fondo. Muchas entrevistas responden a esto, ya que se quiere que la voz sea la protagonista, sin ningún aditamento externo que distraiga al oyente.
- A veces, puede ser lo contrario. Si entrevistamos a un chef, por ejemplo, quizá queramos rescatar la sonoridad del espacio de una cocina, que sí le pertenece al protagonista.
- En ficción, es deseable que el oyente se sitúe en un espacio sonoro concreto. Podría ser ficticio, en una nave espacial, o en un espacio real, dentro de un coche.
- Foley es el registro sonoro de los sonidos que hacen los objetos. Recomienda que grabemos por separado como suena la puerta, los pasos, el funcionamiento de un objeto… resultará muy útil al hacer el montaje posterior.
- Para entrevistas en exteriores insiste en la importancia de alejarse del viento, del ruido… si es dentro de la casa del entrevistado… sálvese quien pueda… desconectar todo lo que haga ruido, poner alfombras, cojines, cortinas, evitar salas pequeñas que cancelarán muchas frecuencias…
Micrófonos. Hay dos familias, dinámicos y de condensador. Los primeros son más resistentes, soportan bien la humedad y no necesitan alimentación externa. Pero son menos sensibles por lo que necesitan estar cerca de la fuente de sonido. Esto los hace idóneos para grabar en lugares donde haya mucho sonido ambiente o viento. Los de condensador, además de necesitar alimentación externa, son más frágiles, resisten en menor grado la humedad y son altamente sensibles, por lo que captan todas las sutilezas.
A la hora de elegir el micrófono más conveniente, Martín remite al patrón polar. Pensar con antelación de dónde vendrá el sonido que queremos captar y elegir entre un micro omidireccional, cardioide, bidireccional, supercardioide o lobar.
Algunos trucos que también compartió, fue por ejemplo, situar el micrófono de lado en lugar de enfrente de la boca. De esa manera, el aire que exhalamos al hablar, no choca y se evitan sonidos desagradables. Por otro lado, insistió en la importancia de poner un “peludo” en el micro si el viento es perceptible.
Técnicas de registro. En el bloque dedicado a las técnicas de registro (mono/estéreo), Martín recomienda grabar en mono cuando se trate de una narración con voz en off. La misma sugerencia hace para las entrevistas, eso sí, cada individuo debe tener su propio micro de manera que cada voz se pueda trabajar en postproducción. En el caso de un podcast documental, es más útil e interesante el modo estéreo. El ambiente que se genera aporta una diferencia abismal, la inmersión en el relato es mucho más profunda. En el caso de historias de ficción, ocurre exactamente igual. Por ejemplo, cuando intervienen varios personajes, el modo de grabación es estéreo ayuda a ubicar a cada uno en la escena.
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